La invención de Hugo, Scorsese en plan familiar

Es una de Scorsese, pero atención que no hay gangsters y nadie mata a nadie.

(Lo que no es nuevo a pesar de todo, recordemos La edad de la inocencia o El aviador).

Y es para todos los públicos.

Va de un niño, Hugo (Asa Butterfield, será Ender en la adaptación que se está rodando de mi novela favorita), vive solo en una estación de tren, sobreviviendo a base de pillaje y, arreglando pieza a pieza, un misterioso autómata que le dejó su padre (Jude Law) antes de morir.

Su camino se cruza con el dueño de una tienda de juguetes (Ben Kingsley), un hombre atormentado por su pasado, y su nieta (Chloë Grace Moretz), una curiosa y pizpireta niña con la llave para descubrir todos los secretos de su abuelo.

Juntos Hugo y ella abrirán la puerta a los orígenes del cine y su magia.

Porque mas de cien años después, la imagen de la cara de la luna atravesada por un cohete todavía enciende nuestros sueños.

Porque si The Artist era una carta de amor al cine, Scorsese la aumenta y es como si escribiera un libro entero.

Hay magia en cada rincón de la película, en la mirada de Hugo, en el autómata que descansa en las sombras de una buhardilla, en la cámara de un soñador que se permitió imaginar un mundo donde todo era posible, el mundo del cine.

Y por un momento, somos la mirada de Hugo, somos la mano del autómata, somos el sueño en la cámara.

Somos el cohete en el ojo de la luna.

Puntuación: 7'5

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