Bien, bien.
Termina la tercera temporada de White Collar, como decía el poeta, no con una explosión, sino con un gemido, todo lo contrario del final de la temporada anterior, donde todo saltó por los aires.
Spoilers ligeros!
Nos lo han hecho pasar tan mal, y eso que parecía que todo se iba arreglar al final, ¿verdad?
Neal, cielo, si tu lo que querías era tener un sitio en el mundo, amigos, familia, un trabajo honrado, un lugar al que poder llamar hogar.
Nada de robar y mentir, nada de huir constantemente.
Y eso que Mozzie te tuvo tentado con el dichoso tesoro.
Sara lo supo, y no pudo soportar la tensión.
Peter lo sospechó, eres su amigo ¿no?, tu se lo hubieras dicho. Aunque no le dijiste nada.
Pero tu hiciste lo correcto, sí señor.
¿Y así es cómo te lo pagan?
Bueno, los mejores episodios de la temporada, Checkmate, (el secuestro de Elizabeth destapa todo el pastel, y la consecuente ira de Peter), y el último, Judgement Day (la revisión del caso de Neal y su condena, mientras Peter le ayuda en todo lo que puede), la tensión se podía palpar en el aire.
Va a haber cuarta temporada. Mas les vale.
Como nos dejen así dejo de mirar el USA Network!!
(Mentira podrida, porque me encantan sus series, y se que ya está renovada, así que nada de dejar el canal).
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