Dos años después de rodar la tórrida obsesión de dos amantes en El Imperio de los sentidos (uno de los mejores finales de una peli de este estilo, por cierto), Nagisa Ôshima se embarca en otro film de la misma temática, con resultados irregulares.
Toyoji y Seki son amantes, llenos de pasión y celos, deciden matar juntos al marido de Seki.
Estrangulándolo y tirándolo a un viejo pozo del bosque, parece que sus noches de pasión durarán para siempre.
Pero tres años después, el fantasma del marido empieza a aparecérseles, demandando atención.
Admito que al principio la historia me tenía enganchadísima, la claudicación de Seki, los celos obsesivos de Toyoji, el asesinato del marido... pero en cuanto aparece el fantasma y se nos intenta dar miedo, el film decae irremediablemente y ni siquiera las evocadoras escenas en el bosque, o en el interior del pozo lleno de hojas secas, consiguen hacerla interesante.
Una decepción total después de lo satisfecha que me quedé con el director y su Gohatto.
Tenía otra en el tintero de este hombre, creo que le voy a dar un tiempo antes de visionarla.
Puntuación: 5'5
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