C.R.A.Z.Y. en busca de la felicidad

La he cazado hoy por el Canal Plus, admito que cuando la vi anunciar ya se me hizo la boca agua, pero ha sido por la insistencia de mi hermana que al final la he visto.
Película francófona canadiense, la historia de un chico, el cuarto de cinco hermanos, a través de 20 años de su vida y 20 años de música ... desde el Crazy de Patsy Cline, que flota durante todo el metraje, hasta el Space Oddity de David Bowie (y en qué escena, la mejor), suenan los Rolling, Pink Floyd, The Cure... y te hace querer escuchar otra vez a Charles Aznavour, ese cantante francés que mi padre no paraba de poner en su tocadiscos cuando era pequeña... y que el padre del protagonista canta obsesivamente.
La película, con algunas de las escenas mas melancólicas y bonitas que he visto, tiene esos golpes de humor insospechados que tanto me gustan, y la historia habla de la búsqueda de la felicidad, esa cosa tan difícil, y a la vez tan fácil, cuando nos aceptamos tal y como somos.
Zach (Marc-André Grondin te hace vivir cada minuto de la película) tiene un don, y aunque quiera renegar de ello siempre será diferente, una sensibilidad que le aparta de sus hermanos, y especialmente de su padre, al que quisiera contentar mas que nada en el mundo, pero claro, eso le será imposible, uno no puede cambiar lo que es, ni lo que siente. Una mirada a la homosexualidad única y conmovedora.
El título encierra un misterio que se nos desvela al final, el misterio de la obsesión de un padre una canción.
Recorriéndose el circuito de pequeños festivales de cine ha arrasado, no es para menos, ¡qué bien hecha que está!
Desde aquí una recomendación para todo el mundo al que disfrute con la belleza de las imágenes, música y las buenas historias.
Puntuación: 8'5

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