Entre la estética Amélie y Eduardo Manostijeras, la serie Criando malvas nos habla de la vida, la muerte y la vida... otra vez: el joven Ned, el hacedor de tartas, tiene un extraño don, cuando toca algo muerto, vuelve a la vida milagrosamente, solo que si está vivo mas de un minuto, algo debe morir en su lugar, si vuelve a tocar al revivido, muere otra vez, definitivamente. Con esta asombrosa cualidad, ayuda a un detective privado en la resolución de casos, despertando a los asesinados, durante solo un minuto, para preguntarles quién les ha matado... personajes estrambóticos, colores vivos de cuento de hadas y una voz en off que lo va explicando todo paso por paso. Ahora empieza la segunda temporada.La serie está muy bien, pero creo que se quedará estancada rápidamente, mas que nada por la situación de Ned y su primer amor, una chica llamada Chuck.
El creador Bryan Fuller es un viejo conocido nuestro... ya creó Wonderfalls esa serie marciana donde una chica podía oír hablar a los animales de pega (peluches, muñecos, dibujos, señales luminosas en forma de animal...) diciéndole lo que debía hacer para restaurar el equilibrio en el universo... o en su vida. Era muy graciosa, desgraciadamente solo duró una temporada, demasiado parecida a otra serie que salió al mismo tiempo Joan of Arcadia, donde en el pequeño pueblo de Arcadia, Joan oye la voz de Dios, diciéndole lo que debía hacer para restaurar el equilibrio en el universo... o en su vida.
También es el creador de Tan muertos como yo , otra serie de los mas marciana, sobre la vida después de la vida, George, la prota, muere en un accidente, solo para despertar, a la vida otra vez, y junto con otros revividos, ser una especie de ayudante de la muerte, marcando las almas de los que están a punto de morir en accidente, para que puedan ir al "cielo". De hecho, el personaje del hacedor de tartas, estaba pensado para Tan muertos como yo, pero como cancelaron la serie después de la segunda temporada, consiguió su propia serie.
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