Slumdog Millionaire: Amor verdadero

Todo empieza con Jamal, un chico de 18 años sentado delante del presentador del concurso ¿Quiere ser millonario? de Mumbai. Y lo demás son preguntas a las que poco a poco obtendremos respuesta. ¿Que hace un chico de origen tan humilde participando en el concurso? ¿Cómo alguien prácticamente analfabeto puede responder siempre correctamente al presentador? ¿Por qué está sentado en esa silla en ese preciso momento?
Desde la mas pobre de las niñeces, donde robar, y sobrevivir a duras penas está a la orden del día, hasta el éxito en la televisión... y todo por... esperad que voy a carraspear, ejem, ejem..., todo por AMOR.
Desde muy pequeño Jamal sabe que Latika es su destino, y por muchos obstáculos que tenga en su camino, un hermano ambicioso pero protector, los maleantes que intentan explotarlo, las calles mismas de una ciudad de grandes contrastes... el destino, es el destino, está escrito... y le va a dar todas las respuestas.
Rodada en la India, vemos una parte de ella que las películas de Bollywood no muestran: niños explotados en las calles sin ningún futuro mas que la delincuencia o la muerte. En ese sentido la película es cruda, te muestra una verdad que sabes que está ahí, aunque claro, preferimos tener los ojos cerrados a ella, es demasiado dolorosa.
Danny Boyle ese director británico al que tanto le da hacer una de zombies, perdón, infectados (28 días después) como una de ciencia ficción de las catastróficas (Sunshine), o una de niños con apariciones de santos (Millones, una de mis favoritas), filma, con un argumento digno de Charles Dickens, las andanzas de este exótico Oliver Twist, sus aventuras y desventuras (mas desventuras que otra cosa) hasta encontar a su amor verdadero.
¿Ha dicho farolero? No, ha dicho amor verdadero.
Puntuación: 9

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