Imaginémonos al doctor Hank Lawson (Mark Feuerstein), experto en tratar urgencias con lo que tiene a mano, un golpe de mala suerte hace que le expulsen del hospital donde trabaja, y de todos los establecimientos similares por asociación. Compadeciéndose de si mismo, y con principio de depresión galopante, su hermano decide que un viaje a East Hampton, donde se alojan la cream de la cream de la alta sociedad, pasando el verano junto a la playa, puede mitigar sus penas. Por circunstancias de la vida, allí se convertirá en el doctor privado al que hay que llamar si algún niño rico se mete en indeseados problemas médicos.
Royal Pains, nueva serie de doctores, previsible a mas no poder, pero que por su factura y presupuesto entra fácilmente. ¿Nos habrán tomado las cadenas por tontos? Mas de lo mismo.
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