Entre un tono al que podríamos llamar irónico-festivo, y el bombardeo constante de situaciones inverosímiles pero muy entretenidas, se encuentra esta novela, con la que he disfrutado, pero que en el fondo no es mas que un divertimento un poquito absurdo.
El argumento: un antiguo asesino (muy letal) de la mafia, hoy en el programa de protección de testigos, ejerce de médico en un hospital algo cutre. Quiere la casualidad que uno de sus pacientes sea miembro de La Familia. Por supuesto le reconoce, y ya tenemos el lío montado.
Intercalando el presente (lo menos interesante), con trazos de su pasado (lo mas guay), se desarrolla la historia a dos bandas, sin mucha chicha, la verdad, pero entretenida y con ritmo endiablado.
Para pasar un buen rato sin buscarle mas, y desintoxicar el cerebro, preparando el terreno para cosas mas sesudas.
El argumento: un antiguo asesino (muy letal) de la mafia, hoy en el programa de protección de testigos, ejerce de médico en un hospital algo cutre. Quiere la casualidad que uno de sus pacientes sea miembro de La Familia. Por supuesto le reconoce, y ya tenemos el lío montado.
Intercalando el presente (lo menos interesante), con trazos de su pasado (lo mas guay), se desarrolla la historia a dos bandas, sin mucha chicha, la verdad, pero entretenida y con ritmo endiablado.
Para pasar un buen rato sin buscarle mas, y desintoxicar el cerebro, preparando el terreno para cosas mas sesudas.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo en que hacen falta lecturas ligeras -que no malas-, para preparar la mente para cosas sesudas y de más calado. ¡Es lo suyo! :P
saroide:
verdad que si!!
Un abracito!
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