The Wire: The Game is the Game

Bueno.

¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya de la serie?

Vi el último capítulo hace unos días, y es que el alucine me dura.

Hace dos años una recomendación me llevó a empezar a ver The Wire.

Si he tardado tanto en verla no es por su falta de calidad, evidentemente. Es que una siempre se encuentra atrapada entre sus múltiples hobbys, y el tiempo, como a todo el mundo, me es escaso, y mi lista de cosas que ver, larguísima. Ahora ya está solucionada mi falta de aplicación.

Un grupo de policías luchando contra las bandas de gagsters que manejan el tráfico de drogas. en Baltimore. Eso dice la sinopsis.

Tengo que reconocer que al principio no me enganchaba, sí, en los primeros capítulos pasaban cosas, conocíamos a los personajes protagonistas, y tal. Pero nada. Unas voces por ahí me insistían, que la cosa empieza lenta, pero luego mejora a pasos agigantados y todo tiene sentido al final.

Entonces, en el cuarto capítulo pasa, ésto, lo que se llama un buen ejemplo de trabajo policial:

Y ya está. Enganchada para siempre.

¿Cómo es posible una serie como The Wire?. Una serie que no se anda con lindezas a la hora de retratar el trabajo policial, los sindicatos, la política o el sistema educacional. Una serie en la que los personajes y las situaciones se sienten reales sin ningún tipo de artificialidad. En la que el prota, McNulty es un capullo borracho y mujeriego, y aún así se las arregla para que nos caiga bien. En la que se da tanta importancia a los buenos como a los malos. Una serie en la que los políticos y sus chanchullos son mucho peores que el Juego en la calle.

Porque todo ese reduce a eso. El Juego.

Unos caen, otros se elevan, pero siempre dentro del Juego.

Y si intentas salir, sales escaldado.

Uno vive y muere dentro del Juego. La policía cuenta con ello.

Mas personajes de la serie que hacen que todo valga la pena:

El policía que investiga en la burocracia y el papeleo, mientras toca las pelotas a sus superiores y fabrica muebles en miniatura, Lester Freemon. O Daniels, el oficial superior para el que la verdad y el trabajo limpio  son lo básico.

Bubs, el drogadicto de buen corazon, paseándose con su carrito de la compra, sacando dinero informando de lo único que conoce, la calle.

Stringer Bell (un fantástiquísimo Idris Elba) que junto a su socio Avon Barksdale dirige el cotarro de la droga en el oeste de Baltimore.

Marlo... el peor y mas frío madafaca que una se puede echar a la cara con sus lugartenientes, Chris y Snoop, esos sí que dan miedo.

Y siempre hay elementos caóticos, Omar sería uno de ellos, armado con su escopeta y con su chaleco antibalas puesto, roba a los traficantes, sin hacer distinciones. Otra joya.

Si tuviera que quedarme con una escena, y no fuera la de arriba, me quedaría con la del penúltimo capítulo de la tercera temporada, con McNulty todo deprimido, mirando un cadáver, del que ya había conseguido las pruebas para detener. Su expresión no tiene precio.

O Omar yendo a comprar cereales...
O Carver, al principio de la tercera temporada, sobre el techo de un coche, conminando a un runner a salir de su escondite.
O lo de la fotocopiadora y el detector de mentiras. Las dos veces.

O McNulty a Kima al final, Detective If You think it needed doin'. I guess it did. Con casi lágrimas en los ojos, el tío. Igualitas a las mías.

O McNulty otra vez, con Daniels en el ascensor y su to be continued...

O El Juego es el Juego, Avon y Marlo frente a frente y esa frasecita flotando en el ambiente. Always.

O cada vez que el insoportable senador Clay Davis soltaba eso de Sheeeeeeeeet.

Y todas las tempordas empiezan como acaban, algo bueno y algo malo se mezcla, y el subidón y el bajón se lían de tal manera que ya no sabes si los buenos han ganado, porque el Juego continúa aunque cambien los jugadores.

Por cierto, ¡viva la HBO!

Una serie impresionante.

Una serie de 10.

Después de ésto qué queda... ¿recomendaciones a la altura?