Una mas de corrupción policial, con reparto estelar y bien hecha... aunque le falta algo. ¿Podemos ver una mas de policías buenos y policías malos? ¿Es capaz de aportarnos algo nuevo? La verdad, no mucho. Aquí todo se enfoca desde el punto de vista la familia: patriarca policía (de la vieja escuela), hijos policías... incluso yerno policía...
Cuatro agentes de narcóticos son asesinados en el transcurso de una redada, o eso parece... cuando alguien empiece a desmadejar la trama, la porquería va a salpicar por todos lados.
Edward Norton es el policía que investiga, con mucho celo, lo que hay detrás de los asesinatos, y no le gusta lo que descubre. Es Edward Norton, por supuesto que lo hace bien, es creíble, como siempre.
A Colin Farrell le pegan los papeles de chulito, y eso es lo que hace durante toda la peli, de chulito. ¿Se considera eso interpretar un papel?
La sorpresa viene de la mano de Noah Emmerich (el amigo ficticio Marlon en El Show de Truman)ese eterno secundario que por una vez hace de protagonista (tan importante como los grandes nombres que ya he comentado), tiene el mejor papel... jefe de narcóticos, que prefiere mirar hacia otro lado y dar cancha a sus subordinados, mientras en casa su mujer agoniza de cáncer (una fantástica Jennifer Ehle).
Y extrañamente es éste matrimonio el que nos da dos de las mejores escenas dramáticas de la película, que vale, no significan mucho en medio del enrevesado argumento, pero son lo que dio vida a la película desde mi lado de la butaca.
Y el patriarca es Jon Voight, que, no es por nada, hace lo de siempre... otro que últimamente se ha acomodado y solo nos muestra un registro.
En fin, película mediocre con grandes escenas que le dan ese algo... aunque le siga faltando un trecho largo.
Puntuación: 6'5
Ficha
Cuatro agentes de narcóticos son asesinados en el transcurso de una redada, o eso parece... cuando alguien empiece a desmadejar la trama, la porquería va a salpicar por todos lados.
Edward Norton es el policía que investiga, con mucho celo, lo que hay detrás de los asesinatos, y no le gusta lo que descubre. Es Edward Norton, por supuesto que lo hace bien, es creíble, como siempre.
A Colin Farrell le pegan los papeles de chulito, y eso es lo que hace durante toda la peli, de chulito. ¿Se considera eso interpretar un papel?
La sorpresa viene de la mano de Noah Emmerich (el amigo ficticio Marlon en El Show de Truman)ese eterno secundario que por una vez hace de protagonista (tan importante como los grandes nombres que ya he comentado), tiene el mejor papel... jefe de narcóticos, que prefiere mirar hacia otro lado y dar cancha a sus subordinados, mientras en casa su mujer agoniza de cáncer (una fantástica Jennifer Ehle).
Y extrañamente es éste matrimonio el que nos da dos de las mejores escenas dramáticas de la película, que vale, no significan mucho en medio del enrevesado argumento, pero son lo que dio vida a la película desde mi lado de la butaca.
Y el patriarca es Jon Voight, que, no es por nada, hace lo de siempre... otro que últimamente se ha acomodado y solo nos muestra un registro.
En fin, película mediocre con grandes escenas que le dan ese algo... aunque le siga faltando un trecho largo.
Puntuación: 6'5
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