Hace unos 15 años tuve la gran suerte de descubrir El ocho, una novela llena de misterio, fantasía y ajedrez, donde dos historias separadas en el tiempo, confluían para desvelarnos el secreto que se escodía detrás del número ocho. La acción se trasladaba rápidamente, encontrábamos a la intrépida protagonista Cat Velis ora perseguida por asesinos en un torneo de ajedrez en Norteamerica, ora en el desierto del Tassili o en una tormenta en un velero en el Mediterráneo. El encuentro en su camino de personajes históricos, formaba parte del estilo de la autora. Estabas leyendo y de repente te encontrabas a Catalina la Grande o a Napoleón... todo se entrecruzaba en la trama sorprendente y la verdad, algo difícil de describir.
Estuve mucho tiempo enamorada de la novela. La primera vez que acabé de leerla, cerré el libro, y lo abrí para empezarlo de nuevo, y no sería la última vez que lo hiciera. Creo que junto a El juego de Ender y Dune, es el libro que más veces he leído, si lo pienso bien, estos son los tres libros, que durante mis años teen, más hicieron por mi amor a la lectura, supongo que a esa edad eres fácilmente influenciable, y cuando cae en tus manos algo, aunque sea, medianamente bueno, se convierte instantáneamente en el no va mas.
A lo largo de los años, leí todo lo que se publicaba de la misma autora, Riesgo calculado (un enredo en las altas finanzas) y El círculo mágico.
Éste último, también lleno de secretos milenarios y relaciones esotéricas fantásticas. Lo cierto es que también me gustó, pero como El ocho ninguno.
Eso sí, todos sus libros parecen fruto de una exhaustiva documentación, la autora, te bombardea con tantos datos verídicos y los relaciona de tal manera que todo parece fruto de una gran conspiración mágica mundial. Y no estoy hablando del tipo de best-sellers facilones tan a la moda ahora a lo Código Da Vinci, que me parecen tan atroces, done la acción es artificial, se ve venir de lejos lo que va a pasar y el corazón del argumento es flojo, por no decir nulo. Ya he tenido mi ración de misterios templarios, y sinceramente, leído uno, leídos todos.
Pero no El ocho, ese libro sí que vale la pena.
Lo que nos lleva a este El Fuego, la continuación, donde se retoman de refilón algunos cabos que dejamos por ahí sueltos.
Lo diré para que quede claro, no es El ocho. No tiene sus personajes inolvidables, ni su acción internacional, ni sus enigmas ni acertijos.
Por un momento pensé que sí, al principio, en la presentación. Luego todo se desdibuja en una serie de conversaciones reveladoras (que en realidad no revelan nada), en un cruce de personajes históricos (que tampoco revelan mucho mas) y en una acción blanda y nada satisfactoria. ¿Dónde está ese misterio? ¿Ese jugador que se revelará como el gran Rey de la partida?
Si no hubiera leído El ocho, igual me hubiera gustado, me hubiera parecido el no va mas. Igual es que ya no soy una teen impresionable, igual es que después de leer tanto, nada deja su huella.
Una pena.
Estuve mucho tiempo enamorada de la novela. La primera vez que acabé de leerla, cerré el libro, y lo abrí para empezarlo de nuevo, y no sería la última vez que lo hiciera. Creo que junto a El juego de Ender y Dune, es el libro que más veces he leído, si lo pienso bien, estos son los tres libros, que durante mis años teen, más hicieron por mi amor a la lectura, supongo que a esa edad eres fácilmente influenciable, y cuando cae en tus manos algo, aunque sea, medianamente bueno, se convierte instantáneamente en el no va mas.
A lo largo de los años, leí todo lo que se publicaba de la misma autora, Riesgo calculado (un enredo en las altas finanzas) y El círculo mágico.
Éste último, también lleno de secretos milenarios y relaciones esotéricas fantásticas. Lo cierto es que también me gustó, pero como El ocho ninguno.
Eso sí, todos sus libros parecen fruto de una exhaustiva documentación, la autora, te bombardea con tantos datos verídicos y los relaciona de tal manera que todo parece fruto de una gran conspiración mágica mundial. Y no estoy hablando del tipo de best-sellers facilones tan a la moda ahora a lo Código Da Vinci, que me parecen tan atroces, done la acción es artificial, se ve venir de lejos lo que va a pasar y el corazón del argumento es flojo, por no decir nulo. Ya he tenido mi ración de misterios templarios, y sinceramente, leído uno, leídos todos.
Pero no El ocho, ese libro sí que vale la pena.
Lo que nos lleva a este El Fuego, la continuación, donde se retoman de refilón algunos cabos que dejamos por ahí sueltos.
Lo diré para que quede claro, no es El ocho. No tiene sus personajes inolvidables, ni su acción internacional, ni sus enigmas ni acertijos.
Por un momento pensé que sí, al principio, en la presentación. Luego todo se desdibuja en una serie de conversaciones reveladoras (que en realidad no revelan nada), en un cruce de personajes históricos (que tampoco revelan mucho mas) y en una acción blanda y nada satisfactoria. ¿Dónde está ese misterio? ¿Ese jugador que se revelará como el gran Rey de la partida?
Si no hubiera leído El ocho, igual me hubiera gustado, me hubiera parecido el no va mas. Igual es que ya no soy una teen impresionable, igual es que después de leer tanto, nada deja su huella.
Una pena.
6 comentarios:
Comparar muchos libros con El ocho es como comparar La peli Super Mario Bros. con Ciudadano Kane... no hay color.
Un saludete
el ocho no lo lei este creo que tampoco
no me gustan mucho los bestsellers, tipo el ocho tipo el codigo da vinci etc
El chache: lo se, pero uno esperaría que la autora de El Ocho, pusiera la misma clase de emoción en marcha con esta continuación.
ordago13: es que ahora están muy explotados, todos van de lo mismo, El Ocho es de hace 20 años, entonces la cosa no estaba tan gastada y además, está mejor escrito. Cuando lees sobre la Revolución Francesa, es practicamente como estar ahí. La documentación es excelente.
:)
yo no lo lei , pero tieness el blog casi igual al mio
Hola marguis!
Veo por tu blog y tu perfil que tenemos muchas cosas en común.
En cuanto a lo que este post procede, sí señor, yo también me leí El Ocho cuando era una enfervorecida adolescente; y el círculo mágico después, y finalmente riesgo calculado.
El que Katherine no publicará ya nada más me pareció frustrante. Sobre todo cuando lees su bibliografía, que se antojade una mujer de mundo muy interesante.
Y ahora, el fuego.
Voy lenta, que estoy de examenes, pero en lo poco que he leído... no sé; dudo mucho que el tal Vartan llegue a ser ni la sombra del personaje que consiguió crear con Alexander Solarin, con el cual me pasé fantaseando media adolescencia todo sea dicho;
a parte, el encuadre histórico de la revolución francesa es muy dificilmente superable...
De momento me parece todo muy metido a lo calzador... como, los parques de atracciones de disney, que ponen atracciones con nombres de nuestros héroes disney sin que tengan nada que ver, pero por cuestión de que pegue y le de márketing....
Espero equivocarme.
Te sigo. un beso
Oh! Alexander Solarin solo hay uno... el mejor personaje masculino de la autora sin lugar a dudas...
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