¿Qué precio tiene salvar la vida a una persona? ¿Y siete?
Ben Thomas (Will Smith) lo va a descubrir cuando le salve la vida a siete desconocidos. ¿Por qué lo hace? Bueno, tiene sus motivos, aunque desde el principio su cara grita solo uno, Redención.
No puedo decir mucho mas del argumento, es mejor irlo descubriendo a medida que ves la película, montada como un puzzle, aunque hacia la mitad, las sospechas ya te preparan para el desenlace. No voy a mentir, es lenta que no veas, pero a mi me mantuvo interesada en todo momento. No sé si ha sido la seriedad y sentimiento de Will Smith (muy bien, chico) o la tristeza y esperanza de Rosario Dawson que han hecho que no se me hiciera larga y además llorara al final, como una magdalena (¡hey! que estoy viendo vuestras caras, dejad de poner los ojos en blanco, NO siempre lloro, ¿vale? Solo lo hago la mayoría de las veces, sic...).
La segunda colaboración del director italiano Gabriele Muccino con Smith vuelve a ponerle en el lado dramático del cine (que no solo de comedias vive el hombre), la primera fue En busca de la felicidad, que también me arrancó un montón de lágrimas, después de muchas penurias, se adivinaba en el horizonte un final feliz. Además Jaden Smith, no me sacaba de quicio como en Ultimátum a la tierra, donde de buena gana hubiera preferido que Klaatu arrasara el planeta entero con tal de que el niñito se callara la boca.
La anécdota de la película es para Connor Cruise, el hijo adoptivo de Tom Cruise, que hace su primera incursión en el cine, sin diálogo, haciendo de joven Ben Thomas.
Un drama. Ha sido bonita.
Puntuación: 7
Ficha
Ben Thomas (Will Smith) lo va a descubrir cuando le salve la vida a siete desconocidos. ¿Por qué lo hace? Bueno, tiene sus motivos, aunque desde el principio su cara grita solo uno, Redención.
No puedo decir mucho mas del argumento, es mejor irlo descubriendo a medida que ves la película, montada como un puzzle, aunque hacia la mitad, las sospechas ya te preparan para el desenlace. No voy a mentir, es lenta que no veas, pero a mi me mantuvo interesada en todo momento. No sé si ha sido la seriedad y sentimiento de Will Smith (muy bien, chico) o la tristeza y esperanza de Rosario Dawson que han hecho que no se me hiciera larga y además llorara al final, como una magdalena (¡hey! que estoy viendo vuestras caras, dejad de poner los ojos en blanco, NO siempre lloro, ¿vale? Solo lo hago la mayoría de las veces, sic...).
La segunda colaboración del director italiano Gabriele Muccino con Smith vuelve a ponerle en el lado dramático del cine (que no solo de comedias vive el hombre), la primera fue En busca de la felicidad, que también me arrancó un montón de lágrimas, después de muchas penurias, se adivinaba en el horizonte un final feliz. Además Jaden Smith, no me sacaba de quicio como en Ultimátum a la tierra, donde de buena gana hubiera preferido que Klaatu arrasara el planeta entero con tal de que el niñito se callara la boca.
La anécdota de la película es para Connor Cruise, el hijo adoptivo de Tom Cruise, que hace su primera incursión en el cine, sin diálogo, haciendo de joven Ben Thomas.
Un drama. Ha sido bonita.
Puntuación: 7
Ficha
5 comentarios:
Tengo muchas ganas de ver esta peli. A ver cuando me puedo acercar al cine.
Un saludete
tendre que verla¡¡¡
aunque la que estoy esperando que estrenen es revolutionary road
gracias por la pelicula
te invito:
republica libertaria de las tortugas
Espero que os guste... yo también tengo ganas de ver Revolucionary Road, tiene muy buena pinta... los dos actores han crecido y evolucionado completamente desde Titanic... veremos cómo se les da hacer una peli para adultos esta vez...
Sí, Revolutionary Road tiene pinta de ser una de esas atípicas películas capaces de hacer que te preguntes muchas cosas. Cosas realmente importantes.
Y creo que poco o nada tendrá de amable.
Lo que toca, heh.
Gracias por pasarte por mi blog, me iré pasando por aquí, hace siglos que no voy al cine, así me mantengo al día y salgo de mi burbuja, un beso
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