Neal Stephenson es de los autores de ciencia ficción espesos espesos. No juega contigo, simplente expone sus ideas y si lo cazas bien, entonces es muy satisfactorio, sino te haces un lío, aunque también puede ser satisfactorio.
Intentar explicar de qué va Anatema es introducirte en Arbre, un mundo, semejante a la Tierra, pero que no lo es, donde una extraña revolución, hace 3700 años hizo que todas las cabecitas pensantes se apartaran del mundo y fundaran concentos, retiros laicos, donde se podrían pensar, teorizar, discutir, descubrir, sin las molestas intervenciones exteriores.
Los avotos (que así se llaman a los habitantes de los concentos), solo pueden salir al exterior cada diez años, una semanita, mientras tanto se organizan en un complicado sistema de edades y órdenes concentuales derivado de miles de años de experiencia, que hacen que sus pensamientos e ideas sean para el bien común.
Y eso solo es el contexto del libro.
A partir de ahí, Erasmas, un fra aprendiz inicia un viaje que cambiará para siempre la historia de Arbre, una nave alienígena está en órbita del planeta, y los Poderes Exteriores, esto es, el actual gobierno del planeta, que se mantiene al margen de todo lo que huela a avoto, pide ayuda a los único teóricos, que llevan pensando en la posibilidad del contacto alienígena durante cientos de años.
Toma ya.
Tiene de todo un poco, personajes de los que es difícil desprenderse, aventuras en el exterior trepidantes y llenas de emoción, romances inesperados, ideas y pensamientos, que se te quedan pegados, diseccionando las infinitas posibilidades que puede producir el universo.
Si uno es fan del autor, como yo, y piensa que Criptonomicon o La era del diamante son novelas que valen mucho la pena, Anatema, es sin duda una evolución digna.
Sin embargo, yo no la recomendaría como primer acercamiento al autor (Snowcrash serviría a ese propósito perfectamente, o la antes mencionada La era del diamante), demasiado complicada, y se nota que las ideas que expone han ido evolucionando en su mente a lo largo del tiempo, no hay tanta matemática, ni criptología como nos tiene acostumbrados, pero suficiente filosofía o física cuántica para tener entretenidos a los fans del tema.
Una gozada de leer, sin duda.
Ficha en La Tercera Fundación
Intentar explicar de qué va Anatema es introducirte en Arbre, un mundo, semejante a la Tierra, pero que no lo es, donde una extraña revolución, hace 3700 años hizo que todas las cabecitas pensantes se apartaran del mundo y fundaran concentos, retiros laicos, donde se podrían pensar, teorizar, discutir, descubrir, sin las molestas intervenciones exteriores.
Los avotos (que así se llaman a los habitantes de los concentos), solo pueden salir al exterior cada diez años, una semanita, mientras tanto se organizan en un complicado sistema de edades y órdenes concentuales derivado de miles de años de experiencia, que hacen que sus pensamientos e ideas sean para el bien común.
Y eso solo es el contexto del libro.
A partir de ahí, Erasmas, un fra aprendiz inicia un viaje que cambiará para siempre la historia de Arbre, una nave alienígena está en órbita del planeta, y los Poderes Exteriores, esto es, el actual gobierno del planeta, que se mantiene al margen de todo lo que huela a avoto, pide ayuda a los único teóricos, que llevan pensando en la posibilidad del contacto alienígena durante cientos de años.
Toma ya.
Tiene de todo un poco, personajes de los que es difícil desprenderse, aventuras en el exterior trepidantes y llenas de emoción, romances inesperados, ideas y pensamientos, que se te quedan pegados, diseccionando las infinitas posibilidades que puede producir el universo.
Si uno es fan del autor, como yo, y piensa que Criptonomicon o La era del diamante son novelas que valen mucho la pena, Anatema, es sin duda una evolución digna.
Sin embargo, yo no la recomendaría como primer acercamiento al autor (Snowcrash serviría a ese propósito perfectamente, o la antes mencionada La era del diamante), demasiado complicada, y se nota que las ideas que expone han ido evolucionando en su mente a lo largo del tiempo, no hay tanta matemática, ni criptología como nos tiene acostumbrados, pero suficiente filosofía o física cuántica para tener entretenidos a los fans del tema.
Una gozada de leer, sin duda.
Ficha en La Tercera Fundación
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