
Ha sido uno de los mas trepidantes (y suelen serlo todos) que he visto de la serie, nuestro espía favorito Michael Westen (Jeffrey Donovan) se enfrenta nada mas y nada menos que con su némesis: Simon (Garret Dillahunt, un lujazo tenerlo como malo sicópata), el que cometió todos esos asesinatos y actos ilegales que le imputaron a Michael, antes de sacarlo del negocio del espionaje y mandarlo a Miami.
Y la lucha es feroz. Sí, señor.
Empecé a ver la temporada con bastante desgana, el culpable Chris Vance, (que ya me estropeó Prison Break con cada una de sus apariciones), un malo que no estuvo a la altura de Tricia Helfer (Número 6 en Battlestar Galactica) o Michael Shanks (Dr. Daniel Jackson en Stargate SG-1) en la temporada anterior.
Menos mal que luego la serie ha cumplido lo prometido y mas, explosiones, persecuciones, interrogatorios, Sam haciendo de las suyas (Bruce Campbell divertido pero sin pasarse), Fiona (Gabrielle Anwar) y Michael juntos (¡ya era hora! que nos tienen muy racionados), y el final es de los abiertos, ¡malditos!
Empecé con desgana, cosa que no me va a pasar con la cuarta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario