En un futuro cercano los recursos energéticos se han agotado, pero hay esperanza al final del túnel: ¡se consigue sacar energía de los excrementos humanos! Así que al nacer se te implanta un chip identificativo en el culo, (ejem), y cada vez que produces materia fecal, (ejem, ejem), el gobierno que tiene control absoluto sobre los desechos y promueve de todas las maneras posibles la defecación, te da como recompensa una Juicy Bar, unas ricas barras de color azul que tienen a todo el mundo loco por ellas. Hasta tal punto que, provocando una adicción desenfrenada en algunos sujetos, se vuelven ellos mismos azules y pierden la habilidad de producir caca. Estos individuos se agrupan en un grupo llamado la Banda de los Pañales y se dedican a asaltar comboys de Jucicy Bar y a hacer todo lo posible para conseguir mas y mas. El gobierno para detener esos asaltos ha creado un cyborg, que no se corta un pelo a la hora de cargarse a todo aquel que se le pone a tiro.
A todo esto entran en escena Aachi y Sspiak, dos mindundis que trafican a pequeña escala con Juicy Bars sen ven metidos sin comerlo ni beberlo en un plan de la Banda de los Pañales para conseguir cientos de Juicy Bars.
Se que suena raro. Y verlo todavía lo es mas, creedme.
Hecha como parodia de las películas de anime japonesas, esta producción sur coreana, se ríe de todo y de todos, con referencias cinéfilas en cada esquina (Instinto básico, Aliens, Misery...) y acción desenfrenada y sangrienta que no da descanso, en algunos momento pasan tantas cosas, mueren tantos Pañales, que uno se pierde la mitad si no presta toda su atención.
Desde luego no es para todos los paladares, ni mucho menos. Y casi casi no me atrevo a recomendarla a nadie.
Eso si, me he reído hasta las lágrimas.
Puntuación: 6
4 comentarios:
només un 6?!
DISIDENTE!
Original la idea.
Por cierto, comparto contigo un premio que me han otorgado. Espero que puedas aceptarlo
muzzol:
Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?
Preste Juan:
Gracias!
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