Una de las primeras novelas de Valerio Massimo Manfredi, antes de alcanzar la fama internacional con su trilogía sobre Alejandro Magno, es la historia de Talos, un espartano, que por un defecto de nacimiento es abandonado de niño en el monte, para ser devorado por los lobos (según la costumbre espartana de deshacerse de los débiles). Acogido por un simple pastor ilota (siervo-esclavo) de Esparta, es criado sin saber sus orígenes, con un firme odio hacia sus amos.
Siempre dividido, deberá escoger entre ser un espartano de pleno derecho, o un valiente lobo para su pueblo adoptivo, un libertador y revolucionario.
La historia es sencilla y dinámica y a través de los ojos de Talos vemos la famosa batalla de las Termópilas, y las tramas políticas, traiciones y alianzas bajo una nueva perspectiva.
No es tan grande como las novelas posteriores del autor, (mi favorita El ejército perdido, escrita veinte años después de ésta), pero se nota a donde quería llegar, cosa que ha conseguido con creces a lo largo de su carrera, en una clara evolución de tramas, personajes y precisión histórica.
Un digno comienzo, que se lee rápido y entretiene.
1 comentario:
Apuntado queda!, yo ahora me estoy leyendo la trilogía de Alexandros y de momento el siguiendo me esta gustando más que el primero. Hace tiempo me hiciste entrar ganas de leer el ejercito perdido, que caerá seguro en un futuro no muy lejano.
Saludos!
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