El tercer volumen de la saga de La espada de fuego de Javier Negrete, me pilló un poco desprevenida.
Habían sido unos cuantos años desde la última entrega, y sinceramente, me había olvidado de casi todo, personajes, tramas secundarias, etc... así que me costó introducirme otra vez.
Pero es tan entretenida, tan grande el argumento, tan bien definidos los personajes y tan lleno de aventuras fantásticas, que después del primer centenar de páginas todo volvió a mi, raudo y veloz, y volví a sumergirme en Tramórea, sus guerreros (cómo disfruto de los duelos a espada), sus demonios y ahora, mas que nunca, sus dioses.
Porque señores, los dioses vuelven a Tramórea, y de qué manera.
Esta vez El Zelmalit lo va a tener mas que crudo. El portador de la Espada de Fuego, junto con sus aliados y amigos (y algunos enemigos) gana una gran batalla, y luego pierde algo preciado. Aparece un personaje que todos creíamos muerto (o unos cuantos, que todos parecen volver no se como, pero mola) y se nota que para la continuación se va a formar un lío (épico) monumental.
Esto es fantasía (y un poquitín de ciencia ficción) en español. De la buena.
Así que si sois fans del género no se a qué esperáis para introduciros en Tramórea...
Por cierto la cuarta y última parte ya está en las librerías, creo que ahora que lo tengo fresquísimo todo sería buen momento para pillarla, ¿no?
2 comentarios:
En la última parece que se va a montar la de dios o más bien la de dioses (que broma más mala!), yo la tengo pendiente en mi mesita de noche, pero caera a lo largo del verano,
saludos!
Miqueldps:
Yo la tengo pendiente de adquisición... en una semana o dos (¡que estamos a fin de mes!) me la agencio!!
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