The Dark Knight - El Caballero Oscuro

Sales del cine después de ver una película como esta, y en tu mente no hay ninguna duda: no hay otro superhéroe como Batman, no hay ningún villano (ni sicótico) como el Joker. Christopher Nolan, con un puñado de pelis buenas en su haber, compone lo que solo se puede llamar Obra Maestra, una película redonda, donde todo alcanza el perfecto equilibro, la justa medida de acción, drama, peligro, noche, locura.
Batman Begins apostó, yo diría que arriesgadamente, por un héroe mas serio, mas introspectivo y oscuro, era el hombre detrás de la máscara y el porqué de la necesidad de esa máscara, el prólogo perfecto. Si alguien era capaz de levantar al murciélago de sus cenizas no parecía que el señor Nolan fuera el idóneo, si miras Memento o Insomnia nada te hace presagiar que adoptaría el mito comiquero por excelencia y le daría la vuelta. Pero he aquí el milagro, cogió una serie, de capa caída, revolcada en el fango en el mas absoluto de los ridículos (shame on you señor Schumacher!!) y reinventó la historia (con una ayudita de Batman: Año Cero). Recuerdo salir del cine de ver Batman Begins, con un temblor en las piernas y la carne de gallina, Christian Bale encajaba tan bien en el papel (hay que reconocer que hace de niño rico mimado como nadie) que me parecía imposible ver ya a Batman con la cara de Michael Keaton (que nunca me gustó del todo en el papel y que ahora aborrezco), por nombrar al actor que hasta aquel momento había encarnado al héroe en la mejores películas de la serie, un respeto a Tim Burton que se lo ha ganado.
¿Qué le ha pasado a Christian Bale en la continuación? Pues que está que se sale, lleva el personaje a su evolución lógica, esa dualidad que le reconcome por dentro, ese querer ser el héroe sin serlo, y donde hay luz debe haber oscuridad, encuentra la horma de su zapato en un sin escrúpulos Joker, yo diría la contrapartida perfecta, el orden y el caos.
Hablemos ahora del inmenso Joker al que nos enfrentamos, a Heath Ledger, al que a partir de ahora voy a llamar para siempre Heath Roba Escenas Ledger, porque cada vez que sale no puedes apartar un segundo la mirada, te atrae como la miel a las moscas, te seduce con su sonrisa truncada y sus ojos llorosos, con ese arrastrar de palabras, ese chasquido de lengua, esos hombros perpetuamente encogidos, esos colores vivos y muertos a la vez. Ya sabíamos que era buen actor, Brokeback Mountain es una prueba de ello, quien iba a decir que un actor que empezó haciendo pelis para adolescentes tenía algo así dentro, ninguna duda, el Joker ha sido el papel de su vida, por el que será recordado. Nunca un villano fue tan perverso ni estuvo tan loco, porque, como se ve en el film, no lo mueve ningún deseo mundano, simplemente quiere ver arder el mundo.
Por último el tercer vértice del triangulo. Dos-Caras, otro muy creíble Aaron Eckhart, defensor a ciegas de la misión de Batman, capaz de sacrificar su vida por una buena causa... el quid de la cuestión.
Es interesante ver como Harvey Dent era todo lo que deseaba ser Batman integro, limpio, legal, pero no puede ser, debe acercarse peligrosamente a la línea que le separa de lo que intenta eliminar. Harvey es el héroe de Batman, y ese héroe se convierte en villano, porque atraviesa esa difusa línea. El odio acaba consumiendo su pasión por la justicia y la convierte en venganza. Si Batman quiere parecerse a Dent, qué nos dice eso de Batman, que quizás no sean las dos caras de una misma moneda, que quizás sean la misma cara, y aunque el hombre-murciélago se resista a creerlo, en el fondo lo sabe. Demuestra que la ciudad, como ente que respira y siente, quiere la luz, pero para ello él tendra que vivir para siempre en la oscuridad.
Puntuación: 10

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